El principal problema al que se enfrenta el usuario de Internet es que, debido a la gran cantidad de páginas que existen en la World Wide Web -millones-, encontrar rápidamente información y recursos sobre un tema concreto resulta muy difícil. La situación se complica aún más cuando el usuario es inexperto. En este caso, el resultado de conectarse a Internet implica horas y horas de navegar sin rumbo y un montón de plata perdida. Para que esto no ocurra, es indispensable aprender a utilizar los buscadores, los índices y los portales.El uso de los índices es aconsejable para buscar información sobre un tema, pero no para dar con una página web concreta.
Los buscadores son sitios web especializados en ubicar información dentro de Internet. Para conseguirlo, ponen al servicio del internauta -navegantes de Internet con un cierto grado de experiencia- dos recursos: los índices y los motores de búsqueda. Los índices tienen los contenidos divididos en rubros temáticos -como los avisos clasificados-, mientras que los motores de búsqueda permiten localizar documentos mediante palabrass clave (por ejemplo páginas web que contengan los términos "auto" y "fórmula 1").
El éxito de los sitios web como Yahoo o Google -son dos de los más visitados- provocó que aumentara la cantidad y diversidad de servicios ofrecidos por los buscadores. Así nació el concepto de portal. Este tipo de sitios, además de ofrecer herramientas de búsqueda, disponen de gran cantidad de recursos para facilitar la navegación. Además, aconsejan al usuario sobre cuáles son las mejores páginas web, dan noticias y proporcionan correo electrónico gratuito entre otras cosas.
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